Vivo con un Pedro, al que llamo papá. En verdad se llama Luis y más que prevenir, tiene que cuidarse porque ya tiene diabetes.
Se que no va a hacer un cambio radical, ama comer, no le gusta hacer deporte, es cero tecnológico y detesta la "comida de conejo".
Sin embargo, la clave para que Pedro haga cualquier cambio fuerte en su vida es SU FAMILIA. Porque tal vez no le de la fuerza de voluntad hacerlo por él, pero si por ellos, que son su motivación.
El centro de mi propuesta es involucrar a su familia en este cambio de rutina, hacer talleres incluyéndolos, crear un sistema de puntos. A más cambios positivos haga Pedro en la oficina, se darán premios que pueda compartir (estilo postres sanos pero ricos), haciéndolos sentir orgullosos de su avance.
A parte de eso (que es el centro) se propone una serie de pequeños cambios, a implementar en la oficina que de a pocos ayudarán a mejorar la salud, sin que sea radical.