La resiliencia es la capacidad para recuperarse de los efectos del cambio climático, el contexto actual frente al COVID-10 aumenta la vulnerabilidad de las poblaciones, en específico mujeres y niñas. Identificar dicha vulnerabilidad es una herramienta estratégica para tomar decisiones que incrementen la capacidad de adaptación al cambio climático; estrategias que aborden la recuperación de ecosistemas de degradados para que puedan utilizarse como fuente de recursos, sin olvidar que son parte de la forma de vida de las comunidades, formando parte de la cultura, gastronomía, forma de vida y abastecimiento. El proyecto busca mejorar estas capacidades mediante los conocimientos ancestrales, tradicionales, sus propias vivencias y conocimientos; traslapando las zonas vulnerables con las zonas que han logrado la resiliencia a través del tiempo. Creando nuevas formas de resistencia.